Palabras azar que fijan lo abstracto, que adornan el tiempo embalsamando heridas con fugaces alegrías. Que giran, como la vida, como imaginados entes perdidos en el espacio. Versos que quisieran ser besos en tierra sin abrazos. Poemas de la nada de quien un día fue soledad. La búsqueda de lo humano como queja a lo divino. Las pasiones que no expresamos, nuestros propios pensamientos que no entendemos y la decadencia de la materia que inútilmente queremos borrar. Cada existencia es única y la misma pero tal vez vale la pena.
 
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MARÍA DOLORES PÉREZ DE LA HOYICA
 
«Del color de la greda 
me dijeron que era 
cuando llegué a este mundo, 
y desnuda y llorando 
como vine me iré.»
 
«Me precipito a la noche 
como ola contra acantilado 
que perdida en las rocas 
sigue buscando 
de los bufones posibles 
un agujero de paso.»